Este fin de semana ha sido casi perfecto, lo hubiera sido del todo si el tiempo se hubiese portado mejor y no hubiera ni llovido ni hecho tanto frío. El motivo de la casi perfección del fin de semana ha sido porque hemos tenido familiares en casa y eso siempre es agradable, sobre todo para mí que vivo en una ciudad extraña y sin más compañía que un marido y un bicho malo al que llamamos Estrellita.
Aunque hayan venido mis padres a casa no hemos hecho nada especial, pero eso es suficiente como para alegrar la semana y empezar mejor el lunes. La verdad es que la familia es algo que no crees que vayas a echar tanto de menos cuando te planteas empezar tu nueva vida en un lugar nuevo y lejano, sabes que los añorarás pero crees que lo superarás al visitarlos una vez cada dos meses. Pero es todo lo contrario, como más tiempo pasas fuera de tu entorno más lo echas de menos y más anhelas el regreso.
Aunque hayan venido mis padres a casa no hemos hecho nada especial, pero eso es suficiente como para alegrar la semana y empezar mejor el lunes. La verdad es que la familia es algo que no crees que vayas a echar tanto de menos cuando te planteas empezar tu nueva vida en un lugar nuevo y lejano, sabes que los añorarás pero crees que lo superarás al visitarlos una vez cada dos meses. Pero es todo lo contrario, como más tiempo pasas fuera de tu entorno más lo echas de menos y más anhelas el regreso.