¡Qué rápido pasan los fines de semana! Sobre todo cuando los pasas en tu sitio, donde te sientes bien y de donde no te marcharías nunca. Pero las obligaciones llaman y hay que volver a la rutina diaria, a la oficina, a la compra, a la limpieza de casa, a los estudios... en fin, a lo mismo de cada día.
Pero no hay que ponerse melancólicos porque, por otro lado, ya asoma el veranito que nos llena de energía y eso hace más llevaderos a los pesados lunes.
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